Tips para hacer tu Programación y no morir en el intento

Hacer una programación didáctica no debería parecer una tortura medieval con Word. Pero claro, entre la normativa, los criterios, el DUA, los proyectos, las competencias y el tribunal respirándote en la nuca… normal que muchos se queden bloqueados. Por eso, aquí van 10 tips que no vienen de un manual, sino de la trinchera: para que hagas una programación sólida, coherente y que no dé sueño a quien la lea.

Rubén C. Díaz

5/31/20251 min read

Empieza por el final.
Antes de escribir nada, ten claro qué quieres que el tribunal recuerde de ti. Esa será tu brújula.

La portada no es un trámite.
Haz que transmita identidad, fuerza y coherencia. Si parece sacada del WordArt, mal empezamos.

La normativa no se copia y pega. Se entiende y se adapta.
Hazla sonar como parte de tu propuesta, no como un anexo obligatorio.

El hilo conductor no es decoración.
Que haya un sentido narrativo. ¿Por qué esas unidades? ¿Por qué ese enfoque? Dale alma.

Las metodologías activas no se nombran: se aplican.
Si dices que trabajas por proyectos, que se note. Y si usas el DUA, justifícalo sin inventártelo.

Ojo con los objetivos que no dicen nada.
Evita “fomentar valores” y “desarrollar capacidades”. Sé concreto y realista.

Las situaciones de aprendizaje no son actividades sueltas.
Deben tener coherencia interna, progresión y un producto final atractivo. Sin eso, no impactan.

Cuida el lenguaje: ni ultra técnico, ni infantil.
Habla claro, pero con autoridad pedagógica. El tribunal quiere entenderte, no descifrarte.

Pon ejemplos reales.
No te limites a la teoría. Describe brevemente cómo aplicas lo que dices. Ahí marcas la diferencia.

Y sobre todo: hazla tuya.
Nada transmite más que una programación que se nota vivida. No copies plantillas. Crea la tuya con cabeza… y un poco de corazón.