Los hábitos aburridos que te dan la plaza

Todo el mundo busca el truco. El resumen definitivo. La técnica secreta. La plantilla mágica.
Pero la verdad, la de verdad de la buena, es esta:

💥 La plaza no se consigue por hacer cosas brillantes de vez en cuando.
🧱 La plaza se consigue por hacer cosas aburridas cada día, aunque no apetezca.

Sí, esos hábitos feos, repetitivos, que no suben seguidores en Instagram… pero que construyen resultados reales.

1. Leer tu tema aunque no lo entiendas a la primera (ni a la quinta)

No hace falta entenderlo todo al principio. Lo que necesitas es aguantar ahí. Sentarte. Leerlo. Subrayarlo. Masticarlo. Repetirlo.
Lo que para muchos es un mal día, para ti debe ser un día más que suma. Porque el que repite, retiene. Y el que retiene, luego redacta con solvencia.

🎯 Hábitos brillantes hacen buenos días.
Hábitos aburridos hacen aprobados.

2. Escribir temas a mano como si fuera 1998

Sí, ya sé que tienes teclado, IA, correctores y hasta plantillas con dibujitos. Pero escribir a mano un tema, estructurarlo sin mirar, obliga a tu cerebro a esforzarse de verdad.
No es por nostalgia. Es neurociencia: lo que se escribe, se graba más profundamente.
Y en la oposición, lo que no tienes en la cabeza te cuesta puntos.

3. Corregirte tú solo como si fueras tu peor enemigo

La mayoría repite lo que ya ha hecho y se dice “esto está bien”.
Error. Los que sacan plaza lo hacen así:
🧠 Se graban.
✍️ Se corrigen.
🔍 Se preguntan “¿Qué pensaría un tribunal cansado al leer esto?”
Y tachan sin piedad lo que no aporta. Mejoran lo mejorable. Y entrenan la excelencia sin necesidad de fuegos artificiales.

4. Hacer supuestos cada semana aunque no tengas ganas

Muchos solo hacen supuestos en abril. Tú no.
Tú los haces en noviembre, en febrero y en junio, aunque te salgan regular. Porque ahí está el secreto: la calidad llega con la cantidad.
No se trata de hacer uno perfecto. Se trata de hacer muchos y mejorar en cada uno.

🎯 El hábito es más importante que el resultado. El resultado llega si el hábito no se rompe.

5. Dormir bien aunque creas que deberías estar estudiando

No, no eres un héroe por dormir 4 horas. Eres un estudiante cansado.
Los que llegan al final del proceso con lucidez, ideas claras y sin quemarse son los que respetan su descanso como parte de su entrenamiento.
La oposición es una maratón, y los hábitos aburridos son los que te mantienen en carrera.

¿Quieres saber qué tienen en común los que aprueban?

Que no se rinden.
No necesitan motivación constante.
Tienen hábitos. Aunque no brillen. Aunque no se noten. Aunque nadie les aplauda por ellos.

Al final, tu plaza no la decide tu inspiración. La decide tu constancia.
Y eso, amigo/a, no es épico. Es aburrido. Pero funciona.