El secreto del tribunal que nadie te cuenta
Rubén C. Díaz
7/8/20252 min read


Prepárate, porque lo que vas a leer aquí no lo enseñan en academias, no sale en temarios… y ni el propio tribunal lo tiene del todo claro. Pero si lo dominas tú, puede marcar la diferencia entre un “No Apto” y un “Top 1”.
El secreto que nadie te cuenta: el tribunal no es objetivo, es humano
Sí, hay criterios. Sí, hay rúbricas. Pero detrás de todo eso hay personas. Personas que llevan semanas corrigiendo temas a contrarreloj, que han escuchado decenas de defensas, que han leído supuestos con estructura de croqueta… y que, aunque se esfuercen en ser justos, tienen sesgos. Se cansan. Se aburren. Se sorprenden. Se emocionan.
Y aquí viene el dato que ni el tribunal conoce conscientemente, pero que te afecta directamente:
💥 El 80% de las notas se decide en los primeros 2 minutos de tu defensa oral.
💥 Y más del 60% de los temas y supuestos que corrigen parecen fotocopias unos de otros.
Entonces, ¿qué tienes que hacer tú?
1. En el tema, no digas lo mismo que Google
El tribunal no quiere enciclopedias. Quiere docentes con claridad, criterio y capacidad para brillar.
❌ Si tu tema suena igual que los 10 anteriores, estás fuera.
✅ Si escribes con estructura, dominio real y sabes dirigir la lectura, marcas la diferencia.
Yo no preparo temas para rellenar. Los preparo para que el tribunal subraye sin parar y piense: “este lo ha entendido TODO”.
2. En el supuesto, no improvises pedagogía
Aquí se ve al maestro o se ve al vendedor de humo.
Los tribunales están hartos de generalidades del tipo “me basaré en metodologías activas” o “atenderé a la diversidad”.
✅ Lo que quieren es que bajes a tierra, que expliques cómo actuarías paso a paso. Que seas capaz de resolver con cabeza, creatividad y normativa.
Por eso aquí es donde más nos diferenciamos del resto, ya que trabajamos con casos reales, variados, complejos, y con feedback que duele... pero funciona.
3. En la defensa, no informes: impacta
Cuando defiendes tu programación, no estás leyendo un Word, estás demostrando que puedes ser el referente de un aula.
Y para eso no basta con sabértelo. Hay que comunicarlo con sentido, estructura, emoción y profesionalidad.
Los que aprueban no son los que saben más. Son los que saben mostrarse mejor. Y eso también se entrena.
Y ahora la bomba final:
¿Sabías que muchos tribunales usan mis temas y mis plantillas para corregir?
Sí. Así como lo lees. Muchos tribunales son antiguos alumnos, conocen nuestra forma de trabajar y están convencidos de que esa es la manera de enseñar.
Por eso cuando alguien se prepara aquí no solo estudia para aprobar, sino para sorprender desde el tema hasta la defensa.
Porque aquí no enseñamos a repetir lo que ya sabe el tribunal.
Aquí enseñamos a hacer lo que ni el tribunal espera.