5 errores de cuando yo me presenté (y que tú no vas a cometer)

Hoy me quito la chaqueta de preparador y me pongo la de opositor estresado que fui. Sí, también pasé por ahí. También me equivoqué. También la pifié. Y si te sirve para que tú no tropieces con las mismas piedras… bienvenido sea este post. Aquí van 5 errores reales de cuando me presenté. De los que no se cuentan en los manuales. De los que se pagan con puntos.

Rubén C. Díaz

7/8/20252 min read

Hoy me quito la chaqueta de preparador y me pongo la de opositor estresado que fui.
Sí, también pasé por ahí. También me equivoqué. También la pifié.
Y si te sirve para que tú no tropieces con las mismas piedras… bienvenido sea este post.

Aquí van 5 errores reales de cuando me presenté.
De los que no se cuentan en los manuales.
De los que se pagan con puntos.

1. Pensar que por saber mucho ya estaba dentro

Tenía el tema controlado. Sabía normativa. Sabía autores. Hasta sabía soltar dos frases bonitas de evaluación.
Pero lo que no sabía era comunicar todo eso como quería el tribunal.
Aprendí tarde que no gana quien más sabe, sino quien mejor lo transmite en el formato del examen.

🎯 No es estudiar más. Es saber estudiar para esto.

2. Dejar los supuestos para el final

Gravísimo. Me pasé meses con los temas, y los supuestos los toqué en abril…
Resultado: improvisación, nervios y estructuras cogidas con alfileres.
Ahora lo tengo claro: si no entrenas los supuestos desde el principio, te pillan sí o sí.

3. Escribir como si me corrigiera un catedrático, no un ser humano cansado

Mis primeros temas eran densos, con citas, frases largas y cero estructura visual.
Hoy los leo y me duermo.
Y no me extraña que el tribunal hiciera lo mismo.
💡 No escribas para impresionar. Escribe para que te entiendan rápido.

4. Practicar la defensa como si fuera una exposición de PowerPoint

Leía. Repetía. Me creía que eso era “ensayar”.
Lo que no hacía era medirme con un cronómetro, corregirme gestos, mejorar la entonación ni pensar en cómo impactar desde el minuto uno.
⚠️ Lo entendí tarde: la defensa se entrena como una performance, no como una lectura.

5. Pensar que con estudiar bastaba

No me cuidé. Dormía mal. Comía cualquier cosa.
Y claro, llegué fundido al final. Con ansiedad, sin foco, y sin ganas de repetir.
Ahora lo repito a cada opositor:
📌 Tu cabeza no rinde si tu cuerpo no aguanta.
El que no se cuida, no llega.

En resumen:

Cometí errores. Como tú. Como todos.
Pero los convertí en sistema, y ese sistema hoy lo pongo al servicio de los que preparan conmigo.
Para que tú no aprendas a base de palos, sino de estrategia.

📩 ¿Quieres preparar bien desde el principio y evitar errores que te cuestan años?
Aquí estoy.
No te prometo magia.
Pero sí que no te vas a tropezar con las piedras con las que me partí los dientes yo.